12.2.14

Tus ojos de las 7:23


De la prisión de las rosas
en los manuales de flora
la culpa es de las propias rosas,
con su etimología latina,
sus espinas cercioradas,
su fragancia sostenida
y sus pétalos premeditados
para una buena clasificación.

Lo mío, en cambio,
se aparta de jaulas y celdas
pues no tengo marca ni patria
y mis unos traicionan los doses
y mis versos corrigen poemas
y mis verdes se tornan azules
y apenas cumplo mis promesas
ni al casi nunca por ciento:
en qué manual iba a estar yo
salvo aquel que se titulara
“Desdiciéndome”
o “Nuevas rectificaciones”
o “Tus ojos de las 17:23”.

Alberto/Batania/Neorrabioso

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