20.3.16

El árbol de naranjas.

¿Recuerdas, mi amor, aquélla vez que estabas en el hospital con tu cara pálida y tus manos temblorosas? Sentado, como un niño indefenso, escuchando atentamente : "Señor Trento, usted no podrá tener hijos, hay un proble..."
Y todo se volvió un eco, y tu casa de cristal se cayó al suelo, hecha añicos. Y lloraste como un mártir. Y pateaste las puertas del consultorio y le reclamaste al médico lo poco hombre que serías. Que lo mejor sería arrancarte los huevos. Que dónde quedaba tu lugar, tu mandato, tu liderazgo en lo que llamas manada. Mi hombre de las cavernas ¿Recuerdas lo infantil que fue eso? Lo enojado que estabas. Como si en ese entonces quisieras realmente ser padre, como si en ese entonces tú supieras lo que era el amor a los demás y no sólo el propio. Como si en ese entonces, pequeño Sebas,tú supieras qué hacer después de venirte. ¿Y recuerdas que yo aún no llegaba a tu vida? A decirte: Yo soy tu esposa y tu amiga y tu hija y tu tierra y tu cansancio y tu espejo y tu jodido universo y no necesitas nada más. Nunca más. ¿Recuerdas?

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