1.8.18

De brujas y otras maldiciones.

Detrás de esa foto no había mucha producción. Sólo era el momento de mi vida, la mujer de mi vida. 
Sólo eran los ojos brillando y el corazón saliendo del pecho. Las manos sudando. 
Tu sonrisa y todas tus células confabulando con las mías. 
Sólo era una complicidad, un anhelo, un "quisiera congelar éste momento para cuando me faltes, incluso para cuando me sobres", 
sólo era el amor detenido, el amor en pausa, el amor en "no te muevas que queda mal, no te vayas que quedo mal". 
Sólo era inmortalizar un gramito de cuánto te deseaba, de cuánto te esperaba, de cuánto.
Sólo era dejar claro que nunca se iba a repetir. Sólo era un "me llevo un pedacito tuyo a dónde vaya". 
Sólo eramos 2 mortales jugando a ser dioses y lo logramos.

S.T.

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