4.5.16

III

¿No te crees tú que puedo ir a prenderle fuego a las banderas que te han tocado, sólo por verte sonreír? Que me salgo de mi concha, te juro y voy y me arranco los ojos por defender lo que defiendes. Porque eso es amarte, amarte a pesar de mí, a pesar de las contrariedades...
Pero:
¿No crees tú que estás sola, porque contigo te basta? Eres un sueño, mujer. Un sueño que te pega las pestañas de golpe. Retas a la vida, al amor, retas a la muerte, mujer. Tu cuerpo entero es una revolución.

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