3.4.22

Punto menos para el calor.

La envidia te la puedo describir ahora, que la he sentido como una patada en la mera boca de la barriga. Mientras miraba el cielo y te pensaba, cuando de reojo he visto un padre con su hijo, en una azotea dando un discurso de cómo funciona el aire acondicionado. Y me ha dado el coraje de mi vida, yo ahí parado, haciendo solo lo que habíamos prometido hacer juntos. Y por un minuto desee ser niño otra vez, sin entender un carajo pero ahí: contigo. 

S.T.