30.9.18

Fracciones

Si me dieran una moneda por cada vez que he imaginado nuestra vida juntos: 
las fotografías familiares, las cenas, el café, las prisas, el "te tocaba la cama". 
Las innumerables veces que me he dicho lo poco que necesito <<todo lo demás>>,
ahora que te tengo conmigo.
-Una moneda- por cada coincidencia que ha habido en mi vida,
para llegar a este momento. 
-Una moneda, un centavo, una nada,- por cada falla que me ha vulnerado, 
por cada intento por no rendirme, -un cacahuate- por cada vez que me senté a esperarte
y no llegabas, por estar ocupada buscándome en donde no era. 
Si me dieran, cariño mío, apenas un billete por cada cerrar de ojos, por cada suplicar. 
Si tù misma pudieras entender este andar errante,
el hueco en el pecho, el dolor fantasma...
  (opulencia)


13.9.18

Honey.

 

No sabes las ganas que tengo de abrazarte y romperme, justo ahí en tus brazos.

(((Llorar un mar, hasta el cansancio.)))

Vaciarme y llenarme de todo el amor con el que a veces -siempre- me ves. 

Romperme, hacerme más cachitos de los que ya soy.

Que dediques tu vida a unirlo todo de nuevo.

Llorar porque llegaste, llorar porque lo logramos, llorar porque dolió,

llorar porque ya no importa, llorar porque ya nada importa.

Llorar por llorar, reír, amar, brincar, y romperme, otra vez, una vez más,

para que no puedas ir a ninguna parte sin mis fragmentos.

(((Sin mis dedos, mi boca, sin mis pestañas, sin mi nostalgia.)))

Siempre romperme porque tus manos logran curar todo,

siempre romperme porque quiero ser tu rompecabezas favorito,

siempre romperme porque te sorprendería lo pequeño que puedo llegar a ser.

 

S.T.

9.9.18

Cuarto Rojo Parte I

Te digo que no soy yo, mira, yo soy un ogro terrible y grande. Feo, debes temblar, correr. Ahora.
-Te digo que eres bobo, este eres tù (y ella pone su mano en mi pecho) . Luego me llama necio, me besa y me dice cuánto me ama. Y juega conmigo a que somos los reyes del mundo, y yo le digo que en verdad lo somos y que creo que no existe nadie que se ame tanto como nosotros, o nadie que rìa tanto, confíe tanto, todo tanto como nosotros. Nadie. Luego me mira fijamente -como quién va a decirte el secreto màs enorme del mundo-, me mira y me dice muy bajito "No tengo idea de que estabas diciendo."