Anoche me rompí en 2. Te he mandado una mitad, hasta dónde estás. Debería llegar por la mañana. No deberías tener problema con dónde guardarla. No soy tan grande. Puedes guardarme en un cajón, usarme en ocasiones especiales, como amuleto de la suerte o mera estética. Avísame si llega, o si se te ha perdido. En ese caso, para romperme de nuevo y volverla a enviar. Sigo esperando un pedacito tuyo. ¿Será un problema con la paquetería? Que pesa, pesa tanto. De cualquier forma espero verte pronto. Los meses se pasan volando.