Si me quitaran de golpe todo lo que duele,
me quedarías tú.
Tú y tu sonrisa. Y lo grande que eras. Me quedarían tus manos que a diario veo en las mías. La cicatriz en la mejilla que no me canso de emular. Me quedaría la raíz de un roble que crece dentro mío.
Y me quedaría la paz de que todo lo resolverías.
Y que lo harías ver tan fácil que uno nunca sospecharía los malabares detrás de ello.
Y me quedaría una sola pregunta
para enfrentar la vida :
¿Qué haría papá?
Y lo haría igual de grande, y lo haría igual de increíble.
S.T.