A 2 años de tu partida me sigo preguntando porqué no llegué a tiempo, renegando que ese destino me correspondía a mí y tú lo evitaste.
No podías sólo darme al vida, también me la tenías que salvar. La deuda eterna, el lugar que nunca voy a llenar, la meta que no voy a cumplir. 2 años preguntando si puede alguno de nosotros ser feliz, el que sea, por favor. Esquivando la ráfaga barata que recibo de los "el tiempo cura todo", o la necedad de que "dios sabe porqué hace las cosas", ay por favor papá, el único que sabía porqué hacia las cosas eras tú. Y las hacías porque te daba la gana, y las hacías por ver feliz a tu mujer, y las hacías porque no les faltara nada a tus hijos los cabeza hueca. Y eras el mejor en todo eso. Y yo, yo llevo el conteo exacto de todas las cosas que hemos hecho mal desde que no estás y te sorprendería todo lo que puede arruinar una persona cuando algo le duele tanto. 2 años de llorarte en ratitos y de a poquito, porque tu ausencia es un lujo que jamás podré costear. 2 años de convertirlo todo en blanco y negro. De ponerlo todo en segundo plano.
2 añitos papá, del dolor más hijo de perra que alguien va a conocer y que nunca nadie va a entender. Te amo tanto, espejo mío.