Voz en off de una supernova.

Mamártela y que te vengas sin recordar a ninguna mujer. A tu edad: Mamártela y que te vengas me resulta suficiente. Sebastián, mi pequeño e ingenuo pedazo de infierno. Mi bóveda secreta. Mi lecho de muerte. Sebastián, mi absurdo niño. Mi absurdo mundo. ¿Te he contado del miedo que tengo cuando estás dentro? Pensar que ocupas un lugar en mi universo, sabes a la constelación más complicada de la galaxia. Mi boca es tu medida. Mis temores son tu reto. Sebastián, mi bello Sebastián. ¿Te he contado lo que se siente soñar por años, despierta? Que llegabas, tú, tan espontáneo. Tan desastre y caos. Tan mío. ¿Te he contado? De mis labios, de mis piernas, de mi coño, todo tuyo. Tanto. Tuyo. Coño. Coño. Coño. Coño. Coño. Tanto, tonto mío.

Olor intrínseco

Mi nombre es Sebastián Trento y mi polla es un obelisco. 

• No recuerdo en su totalidad a la pila de mujeres que han cruzado por mi existencia, pero recuerdo que no eran suficientes. No porque yo sea una  joya, ya sabes. 
• He soñado que prefieres follarte a un cerdo,en vez de a mí. Me he despertado sudando, llorando. Un cerdo, ¡un cerdo!. ¿Un cerdo?
• Tu coño es mi favorito.-Perdón.- Tu coño es el único. Aunque odies esa palabra yo amo tu coño. Quizás un día te ame tanto a ti también. Por lo pronto, te quiero y amo todo de ti, ¿no es eso una forma de amarte?
• Me alejas de todo lo que fui. A veces me desconozco. "¿quién es éste tío bien portado con ganas de ver al futuro en tus ojos?"
• ¿Crees que no me he dado cuenta que cuando no sabes qué contestar a mis absurdas declaraciones sólo respondes "ay bebé"? -Ay bebé- se ha convertido en una forma de venirse para adentro, en una palmadita, en un rotundo "No seas imbécil, Sebastián", en tu forma de rascarme la panza para luego echarme al patio.
• Siempre que me la chupas pienso que lo que quieres es sacarme todo el amor que llevo dentro para que no me duela cuando me dejes. 
• Creo en Dios desde que tengo miedo a perderte. Creo en las casualidades desde que te sentaste junto a mí aquella noche. Creo en las dobles intensiones del universo. Creo en el guión ya elaborado y en los propósitos. Creo en sacarme las tripas y los ojos si encontrarte no fue la forma más linda de la vida de decirme "te perdono".

Ándale pues.

(( -¿Por qué te casaste Sebastián?

-Porque no te había conocido.

-Pero, ¿tantas veces? ))

Parece que la adoras, que lo haces, te quiero creer. Parece que no tienes más ojos, más manos. 

Parece, Sebastián que el niño del cuento eres tú. El juguete del cuento, eres tú. 

¿A qué sabe su coño? Ya no te apetece hablar de eso. ¿Es por que la quieres? 

Esos ojos tuyos tan transparentes. Dices todo sin abrir la boca. 

¿Ya te dio miedito? El asunto ese de "ponerle las cartas sobre la mesa" y que se te vaya. 

¿Por qué tiemblas? 

Ay, es que tú ya no sabes salir corriendo. Eres todo raíces.