Sebastián es una mierda, llorar es una mierda, tus muertos y mis muertos son una mierda, nuestros dolores son una mierda. Cariño, todo en éste mundo es una mierda, menos vos. O tus ojos de tristeza con sorpresa con lujuria con inocencia con todo. O tus manos llenas de ansiedad. O tu olor, tu sonrisa y tus carcajadas que se anidan en mi pecho como recuerdos de oro. Como la primera vez que te besé, que te tomé de la mano, que estuve dentro de ti, tan dentro que aún no logran separarnos. Como la primera vez que te vi perder algo, que te vi perderte a ti mismo. Como la primera vez que fuiste tan imprudente que pudimos morir. Incluso mis recuerdos son una mierda si no estás en ellos. Como la primera vez que te vi derrumbarte, excitarte, embriagarte. Cariño, mi sentir entero es una mierda. Mis carencias, mis insomnios, mis dolores fantasmas. Todo menos tú y tu presencia intermitente. Tú y tu amor irreversible.
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