Quiero construir una casa. Entre la tuya y la mía, y cortar en pedacitos la distancia. Y no saber lo que es extrañarte. Y alcanzarte con una mano y no soltarla. Y disculparme por estar tan lejos y perdonarte por no hacer nada al respecto. Y verte a cualquier hora y escuchar tu risa. Y saber que existes, cerca, no tan cerca. Y hacerte cartas sin sentido, e imaginar tu sonrisa cuando las lees. Y encontramos a medio camino, y siempre esperar que me leas, que me pienses, que me quieras. Y luego no esperar nada y pensar en lo mucho que me gustaría tomar tu mano y probar un kiwi.
S.T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario