(Me he quedado embobado mirando una cuca en el techo.)
Me sudan las manos, empiezo a llamar todo con tu nombre.
A confundirlo todo con el miedo.
(Cuando estoy dentro de ti no le temo al mundo.)
El cabròn màs inmortal del condado.
Cierro los ojos y pienso en tu olor. Lo cerca que te he tenido.
Una carrera de caballos y el mìo el es el ganador.
Me paraliza pensar que fue un sueño. Como las ùltimas 4 noches
que he soñado contigo y despierto a punto de nombrarte.
"Eres tan terco Sebastiàn, ahì vas a irte de hocico".
Que no, que no es tan grave. Que sòlo son tus ojos, tus manos quizàs.
Que sòlo son tus labios, tus labios besando,
tus labios pronunciando mi nombre como si nadie lo hubiera pronunciado antes.
Que no, que no hay de què preocuparse.
Que sòlo es tu cuerpo y tu voz y tu sonrisa y tus maneras de tenerme inquieto y boquiabierto.
Que sòlo es tu cuello y còmo despiertas a la bestia que llevo dentro, diciendo "yo no hice nada".
Que no es para tanto, que tenemos todo bajo control. Que ni siquiera le hemos puesto nombre.
Que son sòlo detalles.
S.T.