-No te atrevas.
Y siempre me quedo con los besos muertos.
Es que las putas se enamoran si las besas.
Cariño, cariñito.
Luego se va, pesando lo mismo que una cebollita. Me deja con los huesos, el cabello y el fastidio.
Si usted cree que ella está muerta, ella lo está.
Ella está, está, está.
Si no puedes jurar por un dinosaurio, ya sabes..
No lo diré, pero ya lo sabes.
Por eso me odias, por eso soy el maricón-débil-llorón-necio al que le escupes en la cara: VAS A IRTE VAS A IRTE VAS A IRTE VAS A IRTE VAS A IRTE...
Nota Costal Nº Te-dije-que-somos-como-los-arboles.
Bukowski, el borracho ese de mierda jura <<Probamos la miel, luego el cuchillo.>>
No le tocó conocerte.
-Hola fea, te recuerdo que me quedo.
-C-A-L-L-A-T-E-Y-A-C-O-N-U-N-A-C-H-I-N-G-A-D-A-Y-V-E-T-E-T-E-V-A-S-A-I-R-Y-S-I-N-O-M-E-D-A-I-G-U-A-L-C-O-N-S-I-G-U-E-O-T-R-A-P-U-T-A.
(Luego se queda dormida)
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