No, no vamos a hablar de follar. Ni de coños o putas. Pero tampoco de miel y bombones. O de cómo lloras cuando no te dejo que me la jales mientras duermo. O cuando me dices que te estás cansando de mí,sólo porque ya no te doy la patita y te tiro mordidas. O de esas cosas que dices a veces y me dejan tieso. Como asegurar que no me irè, que no tienes de què preocuparte. Como jugar al lenguaje secreto para decir que me quieres. Como ser la boba perfecta para mì y a veces-casi nunca- no serlo. O nos brincamos todo el asunto de los argumentos y pensamos en vidrios y golpes. Y luego pasamos de cerca por el barranco y juegas a aventarme y por accidente lo haces. Un cojonudo accidente como nosotros. O ya de jodido -y para irnos de una buena vez a tomar un cafè-, si quieres jugamos a aplicar el método socràtico el resto de la vida y pum ¡ya nadie sabe nada!
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