Es que no podemos. Mira, Sebastián, el día de ayer leí los horóscopos y no tenemos compatibilidad. Ni en el chino, ¿entiendes? Los planetas simplemente no se alinean. Somos un antónimo. Te conté lo del fuego y el glaciar. Agua y aceite. Yo sé que lo entiendes, no hay mucho que podamos hacer. Lo confirmé como en 5 revistas, no es posible que ni nuestros nombres tengan algo en común. Es muy triste que después de tantos años uno se de cuenta que no debió empezar algo que el universo marca como imposible. No eres tú ni soy yo. Somos quizás muy ambiciosos, necios. Tú ciertamente lo eres, y muy exigente, intolerante, pedante. Eres, eres, insufrible y sin embargo te sufro. Eres la predicción más absurda de todos los horóscopos del jodido universo. La conspiración del karma con el destino recontra chingándome. Cualquier puto glaciar se hundiría contigo a un lado. Soy una torre gemela. Eres el cabrón más hijo de perra de toda la galaxia y de todos modos creo que te amo.
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