¿Recuerdas, mi amor, aquélla vez
que estabas en el hospital
con tu cara pálida y tus manos temblorosas?
Sentado, como un niño indefenso, escuchando atentamente :
"Señor Trento, usted no podrá tener hijos, hay un proble..."
Y todo se volvió un eco,
y tu casa de cristal se cayó al suelo,
hecha añicos.
Mi hombre de las cavernas
¿Recuerdas lo enojado que estabas?
¿Y recuerdas que yo aún no llegaba a tu vida?
A decirte: Yo soy tu tierra y tu cansancio
y tu espejo y tu jodido universo
y no necesitas nada más.
Nunca más. ¿Recuerdas?
S.T.
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