Te he pedido paciencia, porque en el arte de amar soy tan bobo. Porque te amo brusco, a gritos y sin freno.
Porque me vuelvo un toro.
Porque el vacío sería no amarte
como si me quedara un día.
Te miro y me dueles un poco:
por si te marchas, por si la ausencia,
por si la vida.
Te he pedido que abras los ojos, tus hermosos ojos, y te entren mis letras
y se instalen y nunca olvides
lo que ahora te escribo...
La paz que he sentido desde que puedo llamar a tu cuerpo: mi hogar.
Te miro y me crezco un poco:
por si te quedas
y me sigues viendo como el hombre invencible que a veces crees que soy.
Por si lo logramos. ¡Que lo hicimos!
Te he pedido que esperes,
que te quedes, que no me sueltes
y juro que yo no me voy.
S.T.
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