10.6.21

Esto lo escribí para ti y otras 4.

(Y sin querer me convertí en tu día no planeado)
¿Qué te juegas a que no te encuentras otro pecho                                   con la medida justa para tu cabeza? 
Siempre me decías que era más fácil arrancarte la cabecita que  una idea. Como la idea de permanecer juntos, o decirme convencida que sería un gran papá. Como la idea de llevar una bitácora de todas las cosas que no debían salir de mi boca y  que sin embargo lo lograban, a lo grande y majestuoso. Como la idea de querer contabilizar mis arrugas y jurar no soltarnos. O la idea de nunca ser enemigos de nosotros mismos. De ser un uno contra todo. 
O la idea de despertar con mis brazos rodeando toda tu existencia. O la idea de que besarnos resolvería todos nuestros problemas (...)
¿Ves cómo sí era más fácil arrancar las ideas?

S.T.

1 comentario:

  1. Lo de arrancar la cabeza antes que la idea me suena, me lo han dicho.
    Que le vamos a hacer si soy cabezota.
    En esto nos parecemos.
    Besos.

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