(Joder, que para lo que te conviene eres obediente.
Que si te digo "que le mires el culo a esa mujer", te sale lo mal parido y te vas detràs de ella.
Te he dicho que me doy cuenta de todo. Hasta de que a veces te quiere salir lo hombrecito y me levantas la mano y luego te acuerdas que eres un perro y me mueves la cola para que te perdone.
Eres tan bobo. Pobre Sebastiàn, eres como un niño muy, muy, pequeño que se pone el traje y los zapatos de papà y termina nadando en ellos.
Eres un pez. Eres un mar de cosas que no tengo porquè decir. Porque amo verte con cara de desesperaciòn ante mi silencio.
Pero es que si te digo ya no tiene chiste, o peor aùn: te quedas màs idiota. Es que si te digo: yo pierdo.
Yo sòlo puedo decirte: Bah, Nah, Mmmm, Aghh... y si me conoces un poco entenderàs que te estoy diciendo que te quiero, tonto.)
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