¿Y si te digo que no hay lugar en el mundo en el que yo prefiera estar más que dentro tuyo?
Y llamarte mi hogar y a veces mi guerra.
Y decirte muy bajito:
"ya sabes qué prefiero".
E imaginar que sonríes,
e imaginar tus ojos y tu voz,
haciéndome eco en cada rincón.
Y que me llames tu necio,
tu bobo y tu todo.
Y que no puedas,
que no puedas soltarme porque me pierdo, porque te nublas, porque no hay más.
Y que le llames como le llames
bien en el fondo,
nosotros somos amor.
S.T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario