Esa cosa de las ramificaciones y los 60 segundos. ¿Te das cuenta de la gravedad de que eso sea cierto?
Hasta la médula.
Luego hablas de coito- tan propia.
Luego de los choques y la liberación de histamina y cosas que me la paran sin razón aparente.
Y sigues...
Me obligas a regalarte un día como este, sin ser cursi. ¿ Cómo coños se regala un día nublado sin ser cursi? Te lo cambio por una mamada.
¿ Qué tal eso?
Para que se te canse la boca con justificada razón.
Tenochtitlan, dragones, dinosaurios, estratosfera, heroína, dilatación, auroras boreales, y un mar de cosas que mencionas y me grapas en el cerebro.
No puedo decirte, no puedo decirte, no puedo decirte.
Para que no se ría de mí-decía Alberto.
Total, dice algo como Ven o Vete o Quédate.
No importa.
Te da igual.
¿Me vas a f-o-l-l-a-r o seguirás vomitando palabritas que no me dices por mariquita?
Saca la pistola, cariño.
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