Te espero.
Como el niño que espera
junto a la chimenea.
Que me brillan los ojos,
que me tiemblan las manos,
que la barriga
se me hace un caos,
que me sonríe
el mundo entero
de saber que vienes
¡con lo que tardaste
en llegar,
más te vale...!
y me quedo pensando:
¡ya no importa!
Te espero
y ya no importa
nada más.
Eres mi navidad.
S.T.
Sonrío.
ResponderEliminar(Y no me gusta la navidad)
Besos