23.11.19

El dardo.

Te espero.
Como el niño que espera 
junto a la chimenea.
Que me brillan los ojos, 
que me tiemblan las manos, 
que la barriga 
se me hace un caos, 
que me sonríe
el mundo entero 
de saber que vienes 
¡con lo que tardaste 
en llegar,
más te vale...! 
y me quedo pensando:
¡ya no importa!
Te espero 
y ya no importa 
nada más. 
Eres mi navidad.

S.T.

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