19.6.20

Memorama

(Te escribo desde mi trinchera favorita. Donde no puedas ver el pánico que tengo. Donde no te pase por la cabeza lo pequeña que puedo llegar a ser. Por ti, o sin ti. 
Te escribo mientras tambaleo entre el "hubiera" y el "podría". Entre quedarme y dejarte ir. Como si eso fuera posible,
                         niño, mi niño tan bruto. 
¿Qué me hiciste que no puedo imaginar un mundo sin tu torpe manera de abrazarme, sin tus descontroladas ansias y tu rechingada sonrisa de tonto? 
Te escribo desde el rinconcito que nadie en el mundo imagina. Que nadie en el mundo podrá igualar. Porque dentro, muy dentro de todo éste miedo que me hace temblar, hay un amor tan inmenso como el que llevas tú en el pecho -y que se te sale por los ojos cuando me ves llegar. Y también te escribo desde ahí: desde tu pecho, porque es mi lugar favorito. 
Porque ahí nada importa. 
Porque ahí nada tiene nombre. 
Porque ahí se detiene el tiempo y por momentos, existo.)

S.T.

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