Pero qué cojones tan grandes de estar escribiendo tanta melosidad. Cariño, ¿ porqué no me dices lo marica que me leo? O dime que hace mucho no le escribo a tu coño. Anoche por ejemplo, tuve una conversación muy interesante pero luego tus piernas me dejaban sordo, más sordo. O de tus tetas, que es imposible ignorarlas. O las líneas, las líneas blancas, las líneas blancas con chantajes, las líneas blancas con chantajes y sabor a cobre. Pero me lee. Me lee. Me lees, cariño. Y te doy la razón, que me traes de marica castrado.
Te gustan las garras tronando la piel, te gustan estos huesos, te gusta este vagabundo... ¿Què te juegas a que no sabes qué día es hoy? Me gusta tu olor a cerveza, tu olor a cigarro, tu olor a no-me-quedo-pero-no-me-voy. Patadas de...
Mira Sebastiàn, que cualquier golfa es tu musa pero carajo, que esa que tienes enseguida en este momento hace que te brillen los ojos.
Mi golfa es mi golfa, mi golfa desesperada, mi golfa de las negaciones, mi golfa la distracción, mi golfa la hambrienta, mi golfa y sus filtros y su no-me-beses-porque-...
Ya lo sè, por eso mismo.
Corres-pondencia: Tiende la cama, bloqueo. Cierra la puerta, bloqueo. Prende la luz,bloqueo. Gime, bloqueo.
Chinga quedito, chinga quedito. Chinga-quèmame-el-alma-pero-en-italiano.
P.D
Esta noche toca el uniforme.